
Algunos estereotipos de belleza sugieren que las personas para verse y sentirse bien deben cumplir con dietas estrictas y a veces un poco exageradas, en donde se llega a renunciar a ciertos alimentos que les gustan para lograr un único objetivo: bajar de peso. Pero surge una pregunta ¿tener hábitos saludables puede ser delicioso y beneficioso a la vez? Claro que sí, y a continuación se lo contamos.
Para empezar, tenga en cuenta que reducir peso no es el único objetivo de una dieta, también lo es aprender una nueva forma de alimentarse y promover una vida más saludable; con el tiempo verá cómo el colesterol baja, se regula la presión arterial y su estado de ánimo se estabiliza, todo porque el cuerpo agradece que esté comiendo mejor. Pero no olvide que el mejor aliado para su futuro estilo de vida es el ejercicio, porque le permitirá mantener el equilibrio cuando quiera comer lo que más le gusta con moderación.
¿Qué pasa cuando se pierde el equilibrio?
Si vamos a un extremo, comiendo con más frecuencia algunos alimentos que son poco saludables, altos en grasas saturadas, azúcares y sal, estaría promoviendo el escenario perfecto para las enfermedades producidas por ingesta excesiva de energía como la obesidad, problemas cardiovasculares e hipertensión arterial; o en el caso contrario, enfermedades producidas por ingesta insuficiente de energía y nutrientes como la anemia, la osteoporosis y la desnutrición. Según la Federación Internacional de la Diabetes (IDF, por sus siglas en inglés), en el 2013 había más de 371 millones de personas en el mundo viviendo con diabetes tipo II, quizás una de las consecuencias más fuertes que se pueden desarrollar debido a la mala alimentación y hábitos no saludables.
Siempre será mejor prevenir que curar, por eso se recomienda incrementar el consumo de frutas y vegetales; reducir el consumo de comidas ultraprocesadas las cuales se identifican por ser altas en sal, azúcares, grasas trans y grasas saturadas. Por esta razón, aquí le compartimos algunas claves, alimentos y nutrientes que pueden ayudarle a lograr una buena alimentación sin que requiera grandes esfuerzos.
Las 4 claves para alimentarse mejor
Busque la armonía:
Llegar al extremo de memorizar todos los nutrientes que tienen los alimentos puede ser agotador. Encuentre el balance haciendo de los platos un lienzo que contenga grasas saludables, proteínas y carbohidratos, sin olvidar las frutas o verduras como complemento de todas las comidas.
Descubra lo natural:
Una señal de una comida saludable es ver colores en el plato, con ingredientes naturales y frescos. También puede usar nuevas combinaciones con frutas y vegetales que logren darle un toque diferente a las preparaciones.
Cambie su rutina:
Puede probar pequeñas variaciones de ingredientes y especias hasta cambiar totalmente las opciones del menú. Todo esto sin que implique mucho tiempo, porque según un estudio liderado por investigadores y psicólogos de la University College de Londres, después de 66 días su rutina se podría convertir en un hábito saludable.
El hábito hace al maestro:
Después de convertir su rutina en un hábito, puede empezar a incrementar ingredientes que antes no consumía, y con el tiempo notará cómo algunos alimentos dejarán de gustarle como antes porque ahora el cuerpo empieza a identificar lo ultraprocesado y lo natural.
Alimentos y nutrientes que nunca pueden faltar:
Fibra:
Este nutriente se encuentra en legumbres, avena, frutos secos, frutas, verduras y en nuestra Harina de Maíz Doñarepa Blanca y Amarilla. La fibra ayuda a la digestión, a procesar más rápido algunos alimentos y a sentirse mucho más satisfecho.
Proteína:
De las funciones de este importante nutriente se destacan el proveer calorías al cuerpo, ayudar a la construcción y reparación de células, a la coagulación de la sangre y la producción de hormonas y enzimas. No solo se encuentra en alimentos de origen animal como la carne, sino también en las legumbres. Por ejemplo, los frijoles presentan un alto contenido de proteínas, almidones de velocidad de digestión intermedia, fibra dietética, fitatos y taninos; los cuales hacen de este alimento un gran complemento en nutrición.
Chocolate:
El chocolate es un alimento rico en polifenoles (antioxidantes naturales), contiene potasio, magnesio, y su consumo, dentro de una alimentación saludable, podría contribuir a la reducción de la presión arterial.
Frutas y verduras:
Tanto frutas como verduras son indispensables en una buena alimentación. Se valoran como excelentes fuentes de vitaminas y minerales, y en el mercado se puede encontrar variedades para escoger y saciar el hambre. Asimismo, se consideran como alimentos saludables, con buenos valores nutricionales que ayudan a las personas a que se sientan bien por dentro y se vean bien por fuera.
En pocas palabras, la base de una buena alimentación comienza por despertar el interés de cambiar el chip mental y ver la dieta como algo más que reducir el peso, pensando en los beneficios que trae para la vida. Con estos tips puede seguir comiendo los alimentos que más le gustan, estableciendo límites, aprendiendo de quienes comparten los mismos hábitos y verá que el reto que parecía imposible en un comienzo, con algo de disciplina se puede superar.